jueves, 16 de mayo de 2013

Lo que vendrá
YODONA (11 mayo 2013)



  Están brotando las flores que pronto lucirán en tu jarrón. El vino que disfrutarás reposa en una barrica de roble antigua. Un músico compone la que será tu canción preferida. Un poeta sueña con esos versos que te robarán el aliento. En algún punto del mapa te espera el lugar que conquistarás. El pan aún se esconde en el trigo, el aceite duerme en un mar de olivos, la sal se libera bajo el sol. Todo lo que envolverá mañana tu vida está ahora desperezándose. Quizá ya asoma, tímidamente, su cabeza al mundo. Tal vez aún sestea en el útero del tiempo y la imaginación. En silencio se van tejiendo los hilos que te unirán a un aroma, a un sonido, a unas palabras o a un cuerpo. Miles de filamentos invisibles. Hebras incorpóreas que se sumarán a todas las que ya ahora te rodean y te abrazan. Tu latido, tu mente y tu piel conectada a una realidad viva y cambiante.

Un niño reirá y su carcajada también trepará por un cabo suelto y se prenderá descarada a tu manto intangible. Un café tomado en una terraza, un paseo en la playa, las voces de los amigos, un bocado dulce, ese rayo de sol que, tozudo, insistirá en colarse por la ventana… Todo ello, por veredas que nadie conoce, ya está iniciando su travesía hacia ti. Su llegada no está anunciada en el calendario. No hay augurios que la presagien. Las líneas de las manos son solo caprichos de la piel y los posos del café, restos del pasado. Pero una maraña de hilos, cabos e hilvanes no cesa de tejerse a tu alrededor. Un manto que te acompaña. Y también, si conviene, una armadura.

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