Antes de entrar
YODONA (18 agosto 2012)
Deja la ira en el perchero, el rencor en el paragüero y las lágrimas en el felpudo. Sacúdete las palabras que se convirtieron en un aliento de agujas. Despréndete del egoísmo ajeno, de la soberbia y la avaricia que arrasan los sueños que un día creíste compartir. Cierra los postigos cuando veas el aliento helado de los errores adherido a tu mirada. Y da un portazo a la nostalgia pegajosa de todo lo que se te escurrió entre los dedos. Antes de entrar, deja en el buzón de devoluciones la fatiga que postra las comisuras de tus labios, abandona en el espejo del ascensor esa máscara en la que a veces te cuesta reconocerte y escupe lejos, bien lejos, el veneno de esos nombres que aún te aguijonean el alma. Gira la llave sin contemplaciones, aunque oigas cómo se quiebra la añoranza, aunque las partículas de los recuerdos crujan en cada vuelta y tu orgullo reviente en mil astillas.
Antes de entrar en el laberinto de tu pensamiento, antes de sumergirte en el océano de tu razón, abandona las maletas del despecho en el portal y líbrate de la capa pegajosa de la sinrazón. Tápate los oídos para que la venganza no te cautive con sus cantos de sirena. Aprieta los labios para esquivar el beso del desaliento. Sella tus párpados al espejismo de la impostura. Que la ponzoña no penetre en tu interior. Que la ceniza no nuble tu mirada ni encienda tu piel. Levanta una barricada de música, letras, risas y caricias, y protégete de todo aquello que te hace peor. Para la tristeza se acabaron las localidades. Para la ira, cartel de completo.
viernes, 24 de agosto de 2012
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Equivocaciones de recuerdos mal revividos. Leccion de retomar tu vida real. Sensacion de realidad
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