viernes, 1 de marzo de 2013

Solo madera
YODONA (23 febrero 2013)



  Quiero volver a ser madera, dijo el hombre que fue niño y, antes, marioneta. Quiero despegarme de mi piel, mis ojos, mis manos y mis labios. Dejar de ver y de sentir. Quiero callar y que no me alcancen las palabras. Convertirme en materia. Noble, sólida, cálida. Un leño aún sin forma, tosco, salvaje, capaz de serlo todo. O de quedar en nada. Quiero una vida suspendida en el tiempo. Desprendida de los días que no deberían amanecer, de la procesión de minutos cárdenos que tan solo saben seguirse unos a otros, pasos que no levantan la mirada del suelo.

Quiero volver a ser madera. Sin carpintero que me convierta en títere ni milagro que me haga de carne y hueso. Solo la verdad de un principio. Un tronco para desprenderme de la corteza, librarme de las astillas, deshacerme en serrín y descubrir nuevas formas bajo la áspera cubierta. Un rostro nuevo, una mirada virgen, unas manos inexpertas, unos labios aún sin besos. Me puliré lentamente, sin prisas. Rebajaré las aristas, me libraré de asperezas y barnizaré mi nueva piel.

Quiero ser madera y protegerte del frío, dijo el hombre que fue niño y, antes, marioneta. Refugio para cuando atruene la tormenta o el viento ulule leyendas de pesadilla. Dejaré que me tomes en tus manos, cortes los hilos antiguos, acaricies mis nuevos pliegues y, al fin, te calientes con mi fuego. Bailaré para ti la danza más hermosa. En mi crepitar te susurraré las más bellas palabras de amor. Me convertiré en energía. Y sobre las cenizas dibujarás mi memoria.

1 comentario:

  1. Yo quiero ser niño, sin tener nada, solo una pelota de trapo, no teníamos nada y nada nos faltaba, como tu relato volver a los orígenes <> volver a ser niño y en la nada... ser FELIZ. Josep

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