miércoles, 30 de diciembre de 2009

Soy el deseo de fin de año.
¿Quieres jugar conmigo? No me tomes por un frívolo, ni creas que me burlo de ti. No actúo con mala intención, pero cada uno es víctima de su naturaleza. Yo soy así. Escurridizo, imprevisible, indisciplinado. Nunca sabes si llegaré a tiempo. Ni siquiera si me presentaré. Mis ataques de rebeldía te enervan. Y tu ansiedad dispara mi vanidad.
Me crezco con tu anhelo. Me alimento de él y es tanta mi soberbia que a veces me retraso sólo para continuar saboreándolo. Llevas doce meses esperándome y tengo ganas de volver a verte. Quizás luces alguna cana más, tal vez estás enojado o decepcionado por mi ausencia, pero deberías agradecer mi existencia. Soy el último billete del año al mundo de los sueños. Ese lugar donde se difuminan las fronteras entre la realidad y la fantasía. Hace años que lo abandonaste y tus visitas son cada vez más esporádicas. Pero a veces necesitas echarle una mirada de reojo para recordar de dónde vienes.
Tal vez este año decida complacerte. No te prometo nada. Tan sólo es una posibilidad. ¿Te vestirás para mí? ¿Sabrás comportarte ante mi presencia? Debes estar preparado. Alcanzarme no siempre resulta tan placentero como la gente imagina. Y no querría oírte rogar por mi desaparición el año que viene.
¿Jugamos? Es muy fácil.
Tú me deseas.
Yo me escondo.
Suenan las doce campanadas.
Apuras la copa de cava…
Y pruebas a encontrarme.

1 comentario:

  1. Que decir... esperando que se cumplan los augurios ¡Feliz 2010!

    Nacho

    ResponderEliminar