viernes, 21 de diciembre de 2012

Soñar
YODONA (15 diciembre 2012)



  No. Aquí no puedes entrar. Derecho de admisión. Cierro los párpados. Cubro los oídos. Oprimo los labios y el mundo entero se desvanece. Los tabiques de la realidad se derrumban y lo palpable se torna incorpóreo. Solo queda un infinito desnudo donde volver a parirme. Una y otra vez. Nacer del útero de las quimeras. Respirar en una atmósfera sin gases. Y despertar con la mirada nueva. Sin axiomas ni dogmas ni ortodoxias. Sin diccionarios ni leyes ni rutinas. Soñar. Imaginar. Fantasear. Alargar los brazos y con las palmas de las manos acariciar rostros esquivos, dibujar castillos en el aire y bendecir cada respiración. Introducir en un sobre la inquietud y depositarlo en el buzón del olvido. Y crear un no lugar por el que se paseen monstruos y broten paraísos. Posibles e imposibles. Un no tiempo donde arrodillar el pasado y el futuro. Aquí, en la burbuja intangible, no hay verdades, ni horarios. Y los amaneceres se despiertan cuando la noche fría amenaza con colarse por el ojo de la cerradura.

En las calles de los sueños, un empedrado de caprichos cubre los caminos. Azulejos de espejismos. En las fachadas no hay nombres ni números ni señales. El destino no existe, tan solo un laberinto que juega con las direcciones. En el aire, pompas de jabón que contienen el aliento del deseo. Burbujas llenas de ecos que quizá nunca existieron. Y, en la mano, una bola de cristal que cobija los anhelos. Al agitarla, la nieve baila y el sueño, tímido, ahora se muestra, ahora se oculta. Por eso, no. Aquí no puedes entrar. Aquí, solo yo y mi soledad.

1 comentario:

  1. Aquí si.
    Aquí si es donde tienes que estar.
    En mi nube de color azul esperanza.
    Aquí si
    Con tus tacones de aguja
    Con tu vestido de estrella
    Aquí si
    ------------------
    Nos tienes pendientes, gracias

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