sábado, 6 de marzo de 2010

Soy la celosa. La que en estos momento imagina que estás con otra y no soporta el dolor. Cuando llegues, oleré tu cuerpo, tu camisa, tus calzoncillos, buscando sus restos. En un momento de descuido, revisaré tu móvil. Si en el registro de llamadas hay un nombre de mujer, enloqueceré. Y, si no lo hay, tendré el convencimiento de que lo has borrado. Enloqueceré también. Trataré de no preguntarte. Pero sé que al final escupiré alguna sospecha. Tú te enfurecerás o callarás, harto de mi desconfianza, o quizás tratarás de borrar mis dudas con una caricia. Pero la rata que me come las entrañas no dormirá. Yo continuaré creyendo que me mientes, que ya no me amas, que hay otra a la que regalas tus besos y tus caricias, y seguiré volviéndome loca. Loca.
Sonríes a la nada. Pareces absorto. Ya no me amas. Ya no me deseas. Me visto para ti, adelgazo para ti, cocino para ti, pero hay alguna puta en la calle que te da más de lo que yo puedo darte. Hoy has tardado en devolverme la llamada. Cincuenta minutos. Cincuenta minutos en los que he llorado rabia. Dices que te ahogo con mis sospechas. Pero soy yo la que tiene la soga al cuello. Y, cuanto más te alejas, más ciñes el lazo. Me estrangulas con tu indiferencia. Tu silencio es la opresión que quiebra mi cuello. Los besos robados me están robando el aire. Ya no puedo respirar. No te vayas. Deja que me agarre a ti. Si me sueltas, moriré.
¡Ijjjj! ¡Ijjjj! Grita la rata. Y su chillido desesperado golpea mi cabeza. Trata de encontrar una salida y no la encuentra. Rasga mi vientre con sus uñas, muerde furiosa mi vagina y, ciega ella, ciega yo, seguimos enloqueciendo día a día. Juntas. Locas.

6 comentarios:

  1. ¡Buenísimo!

    Sería un monólogo excelente para una actriz. Éste y el resto de álter egos, de hecho.

    Se me acaba de ocurrir esto porque la semana pasada presencié un casting, y casi todas las actrices escogían su monólogo de las mismas tres o cuatro películas españolas (algunas hasta escogían el mismo texto). Además, si habías visto la peli, no podías evitar la odiosa comparación.

    (Gràcies un altre cop.) :-)

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  2. Te conozco. Se perfectamente quién eres. Y hoy, como muchas veces, tienes toda la razón. Has descifrado cada gesto de mi, has visto una mentira en cada uno de mis silencios y has imaginado perfectamente a esa puta que todo el tiempo existió.
    Yo mientras tanto, caigo y me levanto, caigo y me levanto en un loop interminable. Ella no es una puta pienso, es "mi puta", la más hermosa de todas y me quedo enredado en los recuerdos.

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  3. Dicen que los celos, junto con la envidia, son pecados que llevan la penitencia asociada, porque sufren quienes los sienten y no las personas sobre quienes se proyectan. Dicha esta cursilada, felicidades por el post, me ha encantado (como todos).

    Miguel

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  4. Alberto, y tú crees que nos pagarían por hacer monólogos?
    Miguel, no es cursi, es real.
    Anónimo, gracias.

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  5. Es real, muy real. Increíble, Emma!

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  6. cuidado, maría, espero que no lo digas por ti!! muchas gracias por tu comentario. un beso

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